Los Originales de Jalisco
de la Familia Prado Ortiz
PICONES AMECA
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En las fértiles tierras del Valle de Ameca
Al colonizarse las mismas algunos españoles a quienes se les dieron terrenos cercanos al pueblo de Ameca, entre otros Vicente de Zaldívar, sembraban en su rivera trigo refiriéndose al río de Ameca, y se manifestaba también que había molinos para moler trigo en la vera de este río.
En tiempos del virreinato en los pueblos y ciudades las autoridades civiles tenían el permiso para elaborar pan de trigo. En Ameca para finales del siglo XIX existían algunas panaderías como lo fue la de don Felipe Jiménez Godoy, a esta persona la señala “chon” Díaz Navarro al igual que Nicolás García, Salvador Fernández y la de don Marcelino Rodríguez, así como otros amasijos.
Varias de las haciendas de Ameca tenían sus propias panaderías para surtir de este producto a sus peones y trabajadores.
Panadería La Victoria
El nombre de la panadería “La Victoria” nace en el establecimiento de dicho giro en Amatlán de cañas, Nayarit. Donde don José Prado Valdez y doña Dolores Quintero Toscano, padres de don Salvador Prado Quintero y sus hermanos Vicente y José, elaboraban el pan y sus hermanos el chocolate.
Para 1945 don Salvador Prado llega a Ameca, Jalisco trayendo la receta del picón relleno de pasas y nuez.
Pieza de pan que en aquel tiempo era más grande que los otros panes dulces de gran variedad que también se elaboraban en la Panadería “La Victoria”, que estaba ubicada en la esquina de la calle Independencia y Corregidora en Ameca Jalisco.
Actualmente la tradición de los picones sigue en varios de los hijos de don Salvador Prado Quintero quienes han sido guiados e impulsados por Gildardo Prado Ortiz.
El Picon Original
Es de resaltar las características que tiene esa pieza de pan con un aroma a canela y mantequilla, una miga muy suave rellena orginalmente de pasas y nueces, y cubierto con una corteza dura tipo galleta que es minuciosamente decorada para darle el toque final de un verdadero pan artesanal. Actualmente tiene varios tamaños que se hornean diariamente, ya que en otros tiempos los hacían dos veces a la semana, pues la demanda ha ido en aumento.
Los clientes no solo son de Ameca y Guadalajara, sino también de otras poblaciones de la región y de otros estados e inclusive de otros países principalmente Estados Unidos. No cabe duda que una vez que lo pruebas quedas fascinado con su delicioso sabor.
Los Picones de Ameca son sin lugar a dudas símbolo de orgullo para el municipio y para el país por su legado gastronómico y cultural.